El 20 de febrero del 2014 Carmen fue agredida con ácido. Su vida y la de su familia dieron un giro de ciento ochenta grados. Ahora después de siete años de exigir justicia y de ocho meses de lucha por su vida en un hospital, ella es sobreviviente de un intento de feminicidio. Es sobreviviente de un estado fallido y de ministerios con ninguna capacitación en perspectiva de género. Por falta de cifras oficiales la asociación Justicia Para Carmen lleva un conteo de “24 Víctimas a nivel nacional: del 2000 hasta la fecha, 20 de ellas son mujeres y 4 hombres. De esas 20 mujeres, 3 fueron torturadas con ácido antes del feminicidio. Así que en total son 17 las mujeres sobrevivientes de ataques con ácido (de las que tenemos conocimiento)” testimonio de Ximena Canseco. La gravedad del asunto no solo está en la naturaleza del ataque, sino también en la falta de leyes para tipificar este como delito grave o atentado de feminicidio. Solo en la Ciudad de México se considera como tal. Hay casos que ya han tenido resonancia: los de Carmen Sánchez, Esmeralda Millán, Elena Ríos y Ana Saldaña son algunos de ellos, incluso hay un mural recién inaugurado en Huixquilucan Estado de México, que enmarca la fuerza de sus rostros en lucha y resistencia, aun así, no se puede negar la falta de trabajo en el área. En este país, el ser visible y conocida no te asegura nada, la lucha por una justicia que parece inalcanzable sigue. Sus casos son el vivo ejemplo de la impunidad del Estado y ellas van logrando cosas poco a poco, ellas se curan, ellas se cuida, ellas aportan para tipificar leyes.

Algunas chicas no se atreven a denunciar por el miedo de ser señaladas o juzgadas, y sí, tienen razón. Por eso la admiración a las que tienen fuerza y se atreven, pues ya nada impresiona, en nuestro país los periódicos y las grandes cadenas de televisión siguen haciendo de las suyas con espantosos encabezados que no me atrevo a reproducir por respeto a ellas, por respeto a Carmen y su lucha. Este escrito esta hecho no solo para Carmen. Es también para las que ya no están: Gabriela, Kenny Finol y Bianca Edith. Es para Elisa, Esmeralda Millán, Elena Ríos, Ana Saldaña y muchas otras mujeres que siguen exigiendo justicia ¡gracias por resistir, gracias por plantar las semillas que germinan!

Ustedes son sobrevivientes, son como el ave fénix que renace de una violencia de género tan corrosiva como el ataque con ácido y se hermanan, se juntan y trabajan por las demás. Porque ya no haya más ataques. Ustedes son ejemplo de resiliencia.

¡Justicia para Carmen! ¡Justicia para Esmeralda! ¡Justicia para Elisa! ¡Justicia para Elena! ¡Justicia para Ana! ¡Justicia para Gabriela! ¡Justicia para Kenny Finol! ¡Justicia para Bianca Edith! ¡Justicia para las mujeres sobrevivientes de ataque con ácido! #justiciaparalassobrevivientesdeataqueconacido#sororidad#Elataqueconácidoesundelitograve#justiciaparaCarmen