Sábado de Autorretrato
Texto y fotografía: Emilia Hera @emiliaherawork
Cuando preparaba la sesión de autorretrato de esta semana pensaba en esa palabra. Me miré a través de la cámara. Reconozco que sentí placer. La sensación: un poco de calor en las mejillas, humedad en la vulva y el latido más fuerte de mi cora. Cuándo un poco de mi ser queda ahí, entre esas cuatro líneas de la imagen. Logro desprenderme un poco de esas ideas impuestas por otras miradas, palabras o designios sobre lo que debería estar siendo como mujer a mis treinta y tres años. Sobre cómo debería sentir mi placer.
Casi al mismo tiempo me voy apropiando de esa yo que queda en la foto, alimentando mi propia narrativa. Ese placer que nos han dicho no es para nosotras es el mismo que exploro de la mano de mis compañeras: mujeres que se atreven a voltear la cámara, a llenarse de otras palabras. A descubrir que ese placer es muy subjetivo, personal y diverso. Lo que a unas nos provoca esa sensación distendida, cómoda, de satisfacción o bienestar a otras nos disgusta profundamente. Reconocer el camino a nuestras sensaciones placenteras puede en ocasiones, darnos una salida en los momentos incómodos. Hemos aprendido a un año de pandemia que también nos puede salvar la vida.