Cámara Violeta nació en la parte más álgida de la pandemia, estábamos en confinamiento riguroso y el contacto virtual con las otras nos hacía fuertes para sobrevivir a la incertidumbre y el miedo que por aquellos días reinaba. Documentamos nuestras cotidianidades, nuestras familias, nuestros cuerpos y hasta nuestra actividad onírica. La mayor parte de la actividad ocurrió adentro y a distancia, es por ello que con plena intención de trascender la virtualidad y encontrarnos en el afuera, convocamos a la primera actividad 100% presencial: todas a la calle, primer encuentro de fotógrafas de calle.
¿Qué es la fotografía de calle? ¿Cuáles son sus implicaciones éticas? ¿Por qué es importante nuestra mirada en la calle? Fueron algunos de los cuestionamientos que sin demanda de respuesta definitiva se plantearon previo, durante y después del encuentro. La fotografía como lenguaje está viva, se mueve y se transforma.
Somos cada vez más mujeres detrás de la cámara, capturando la cotidianidad de nuestros territorios, concretos y abstractos, somos cada vez más mujeres en las calles, buscando respuestas pero muy claras de que nuestras miradas importan. Gracias a todas las que respondieron al llamado a este primer encuentro, que estamos seguras, no será el único.