Es hermosa la emoción de poder conocerlas. Detrás de cada clic y comentario hay una morra que está luchando todos los días contra infinidad de cosas. Acá no sólo fue tomar foto sino tejer redes a través de la escucha activa, de la palabra. Qué bonito fue conectar, comer y brindar, sonreír junto a mujeres que están resistiendo a este sistema desde la foto.
Recientemente me acosaron en el metro pero venía revisando mi archivo y editando mis fotos que olvidé pronto el acontecimiento. En la fotografía encontré una forma de escapar y resistir. ¡Gracias por hacer este mundo más bonito!