Dos mil veintiuno. Qué número tan grande. Es impresionante que casi termina. Estoy contenta. Este año no me ha pesado ponerme de pie y realizar actividades. En retrospectiva ha sido un año muy difícil para muchas mujeres, pero aquí estamos reconociendo el camino andado. Las personas que construyen con nosotras, las que se van. Las que nos permiten difundir su historia, las que con una mirada nos dan permiso de ser retratadas. Aquí y en todos lados hay resistencia, ternura y en un mundo que nos trata como números. Nuestros nombres deben sonar fuerte.
Gracias por existir, por resistir.