Fotografía y texto: Paola Libertà
En tanto la misoginia es el odio en contra de las mujeres, y ese odio está basado en un profundo y ancestral miedo de los hombres sobre nosotras, la respuesta del gobierno de la CDMX – de encerrar en vallas los principales edificios del centro de la ciudad-, es un acto institucional de misoginia. En el día internacional de la eliminación de la violencia en contra de las mujeres el gobierno de la ciudad ha decidido responder con miedo a nuestros reclamos. ¿Cuándo podremos sentir que les importamos más nosotras que unos muros? ¿Cuándo podremos sentirnos respaldadas por unas instituciones que de dientes para fuera convocan a conmemorar esta fecha, y en los hechos mandan a proteger los muros de nuestra justa rabia?