Foto y crónica: Lila Bang Bird
Abrázame que el tiempo pasa y él nunca perdona
Juan Gabriel
Qué osadía la de hacer teatro en estos tiempos, la sombra de la pandemia pesa sobre pequeños y grandes espacios dedicados a este arte. Y si hacer teatro en tiempos de pandemia es complejo, mejor ni hablemos de hacer teatro musical sin contar con el respaldo económico para una gran producción. No obstante, personas dedicadas a la dramaturgia, actuación, dirección, compañías teatrales enteras se mantienen en pie por esa mezcla de pasión y necesidad que les habita y les obliga a contar algo.
Este sábado 30 de octubre pudimos dar cuenta de manera presencial de una valiente apuesta por el teatro musical en los foros pequeños. El Día D nos convidó a participar de un abrazo prolongado que nos otorgó la compañía TRIPLER. Bajo la dramaturgia y dirección de Germán Geovanni Aburto Cornejo. La maravillosa voz y actuación de Laura Velamazán y Ana Contreras.
«Abrázame muy fuerte» es esa taza de café que todos alguna vez hemos tomado. En la que nos sinceramos y hablamos de lo que casi nunca decimos: lo que nos dolió mientras nos edificaba. Lo que nos hizo felices y todas las pequeñas cosas que nos llenaron de luz la vida.
En un sencillo escenario que se ilumina en tonos rojos, se abre la puerta a la cocina de Minerva, la madre de Alba. Ahí dentro los espectadores somos testigos a través de una muy bien ejecutada analepsis de la vida de cuatro generaciones de mujeres. Donde cada una desde sus posibilidades y limitantes cuidó de la otra. Donde las grandes heridas se volvieron material de fortaleza para aferrarse más y más a la vida. Resuenan sus historias en el corazón al ritmo de conocidas canciones que nos llevan del llanto a la sonrisa, de la sonrisa al gozo y del gozo al más grande anhelo de que esa taza de café no terminé nunca.
Tuve la oportunidad de ver la obra y me pareció muy acertada la puesta en escena, me identifiqué con el tema de la obra y los temas musicales de Juan Gabriel muy bien seleccionados.